La baraja de los muchos nombres

La baraja gitana, el mazo gitano, el oráculo gitano, …, son muchos los nombres con los que se conoce, pero el nombre real no es otro que ORÁCULO KIPPER.

La denominación de Tarot Gitano es totalmente errónea. Un mazo de Tarot se compone de cuatro palos (oros, copas, espadas y bastos) numerados del 1 al 10, con cuatro figuras de corte en cada uno (rey, reina, caballo y sota) y 22 arcanos mayores. Esto nos da un total de 78 cartas. El oráculo Kipper consta de 36 cartas.

Oráculo Kipper

Las brumas de la Historia juegan su papel.

En realidad este oráculo pertenece a la familia de las Sibilas. Se cree que fue en el año 1870 (algunas teorías proponen el año 1890) y que su autora fue Suzanne Kipper. Esta mujer de etnia romaní (de ahí la calificación de “gitano” en este oráculo) utilizaba el oráculo Lenormand en sus consultas, pero a causa de la guerra franco-prusiana tuvo que dejar de usarlas debido a la animadversión que todo lo francés generaba entre sus compatriotas alemanes (algunas cosas no cambian nunca). Por este motivo ella tuvo que “sacarse de la manga” una nueva herramienta de trabajo que le permitiera seguir con su trabajo de cartomante.

Y lo hizo notablemente. Adaptando las 36 cartas del oráculo Lenormand que conocemos hoy en día, y que casi seguro no existía en esa época, al gusto alemán de la época. Habitualmente se denomina Biedermeier, pero ese estilo es de mediados de siglo XIX, no de finales.

Como casi todos lo relacionado con el esoterismo, no hay datos fidedignos sobre su creación. Curiosamente una búsqueda en Internet con los datos que nos aporta la tradición, arriba mencionados, no arroja resultados “reales”. Por lo que básicamente podemos decir que las brumas de la Historia han hecho muy bien su trabajo de ocultar los verdaderos orígenes de este oráculo tan particular.

Lenormand vs Kipper

El oráculo Lenormand que conocemos hoy en día consta de 36 cartas como mencionaba más arriba, que es el mismo número de las que tiene el Kipper. Ambos oráculos se leen combinando las cartas. Y aquí acaban los parecidos, dejando de lado la presencia común de algunas cartas que son típicas de las Sibilas, familia de oráculos a la que pertenecen tanto el francés Lenormand como el alemán Kipper. Las Sibilas cuentan 52 cartas y algunas de ellas han pasado ligeramente transformadas a otros oráculos como éste que nos ocupa.

Mientras que en Lenormand encontramos muchos espacios exteriores y muchos animales, en Kipper encontramos muchas personas y situaciones “de interior”. La decoración tipo “papel pintado” que encontramos en la mayoría de las cartas Kipper demuestra bien a las claras esa vocación intimista. Estos fondos de las cartas pueden resultar un poco mareantes para el principiante, pero si eres capaz de ir más allá de lo evidente, los detalles medio escondidos a simple vista son muy reveladores. Además en las Kipper nos vemos libres de las indicaciones de cartas de la baraja francesa, es decir, no hay Reina de picas o As de corazones.

Lenormand y Kipper son primas hermanas, pero no son hermanas gemelas.

Pero lo que realmente importa, independientemente de quién creó el mazo o cuándo lo hizo, es que este fascinante Oráculo existe hoy en día y lo podemos utilizar y beneficiarnos de toda la información que nos brinda, que es mucha. 

¿Por qué el Oráculo Kipper?

Este oráculo se usa muy poco fuera de Alemania y Austria. El hecho de acercarlo a la gente de habla hispana es un valor añadido. Además este oráculo es muy preciso, no se va por las ramas sino que va justo al punto donde tiene que ir, allí donde está la información necesaria (que puede no coincidir con la que se quiere oír). Mis clientes reciben más información y más completa gracias a este oráculo, y creo que es una buena idea acercar esta posibilidad a más personas.

Poco a poco iremos explicando cada carta y sus significados. Baste de momento esta entrada como bienvenida al blog.