Adivinar el futuro

Poder adivinar el futuro y el destino es algo tan antiguo como la Humanidad en sí misma. Muchas personas aseguran la infalibilidad de los oráculos de cartas, mientras que otras personas tan sólo lo ven como un juego divertido.

El futuro no está escrito, pero si sabemos lo que va a pasar si todo sigue igual, podemos tomar nuestras decisiones de seguir por el mismo camino y haciendo todo igual (porque todo va bien), o por el contrario, coger un nuevo rumbo y cambiar la forma de hacer las cosas, para así llegar a un nuevo destino, o al menos a uno diferente y alternativo al anterior (porque antes nos encaminábamos al desastre).

Existen numerosas interpretaciones y disposiciones de las cartas. Cada lector de cartas tiene sus favoritas de acuerdo a su experiencia, formación y práctica. Siendo esencial memorizar el/los significado(s) de cada carta, dejándose a veces llevar por la intuición para llegar a significados más místicos.

El significado de las cartas Kipper recae tanto en la imagen realista como en el nombre que la acompaña.

Oráculo Kipper Fin de Siecle de Ciro Marchetti

La Carta Nº 1 se aplica para el consultante masculino y la Nº 2 para la consultante femenina. Las cartas de figuras restantes son, generalmente, para aquellas personas con las que el consultante tiene que relacionarse. También para el amante o cónyuge, para los padres, hermanos, parientes, amigos, vecinos y jefes, según el significado y simbolismo de las cartas y su posición.

Una combinación de cartas deber ser interpretada de forma diferente al significado de cada carta leída de forma aislada. Las cartas que las rodean nos ayudan a interpretar si afecta de manera favorable o desfavorable al consultante.

Una combinación de cartas de personas junto al consultante puede indicarnos que o bien éste forma parte de un grupo mayor de personas, o bien que más de una persona está influyendo en los acontecimientos del consultante. El significado individual de las cartas del Oráculo no es tan importante como las combinaciones a la hora de averiguar la información que el consultante busca. Para una interpretación correcta se puede decir básicamente que la capacidad de deducción lo es todo. No es algo que se pueda enseñar, hay que aprender de forma intuitiva y practicar y practicar y practicar.